Capítulo G.- Fanny se Alista a Enfrentar a su Sombra.

fanny enfrenta a su sombra

Pasaron 2 meses desde que Fanny empezó el tratamiento para adelgazar con el doctor Jafu Song y ya pesaba 33 libras menos, pasó de los 80 a los 65 kilos. Sin embargo, más de una semana, no bajaba ni un solo gramo. Así que ese día tomó una decisión. 

Era la media mañana pero durante los dos últimos meses, Fanny ya no comía el refrigerio. Una de las indicaciones del médico fue “nada de alimentos entre comidas”. Así que aprovechando el tiempo de descanso, decidió que iba a hablar con su jefe.  

El problema era que Fanny podía evitar los refrigerios, pero comía en el almuerzo la comida del cáterin que contrataba la empresa. Aunque era comida deliciosa, no se adaptaba a la nueva alimentación de Fanny, y ella pensaba que no bajaba de peso por esa comida. 

Fanny había compartido algunas indicaciones del doctor Song con Jorgito y Lorena, incluso ellos también bajaron un poco de peso en los últimos dos meses. Por eso apoyaron la idea de Fanny de hablar con su jefe para pedir al cáterin alimentos más saludables. 

El jefe de Fanny, el ingeniero Miranda, era una persona accesible pero mal humorada. Ella lo conocía desde hace años y lo apreciaba. Sabía que no siempre fue gruñón, pero algunas enfermedades y la muerte de su esposa (hace años) parecieron amargarle la vida.  

Cuando Fanny y sus dos amigos llegaron a su oficina, vieron que la puerta estaba entre abierta, así que desde afuera Fanny le preguntó al ingeniero Miranda si podían entrar. Él contestó que sí, que estaba desocupado. Así que los tres entraron y se sentaron en las sillas. 

Entonces Fanny le explicó a su jefe que la comida del cáterin no era saludable, y que ella pensaba que era conveniente mejorarla. El ingeniero Miranda contestó con voz ronca de fumador “Es la primera queja que tengo de la comida, todos creemos que es deliciosa”.

Fanny insistió y explicó que ella necesitaba bajar 10 kilos más por indicación del cardiólogo, pero no le ayudaba la comida del cáterin. “Es cierto, veo que estás más delgada” dijo su jefe y continuó “Pero por una sola persona inconforme no puedo cambiar de proveedor”. 

Lorena intervino en ese momento y dijo “No ingeniero, no debe cambiar de proveedor, solo podría pedir a la empresa que cambie de alimentos, sería saludable para todos”.  Su jefe frunció el ceño y contestó  “Yo no puedo estar en cosas pequeñas, soy un hombre ocupado”. 

Y continuó en tono más moderado “Aunque pensándolo bien creo que sería bueno comer más saludable. Les daré una opción, les arreglaré una cita con el gerente del cáterin. Vean si pueden llegar a un acuerdo, eso sí, deben llegar antes de la 6:30 porque cierran a esa hora”. 

El ingeniero Miranda  abrió una gaveta, de su escritorio sacó una tarjeta, les mostró y dijo  “esa es la dirección a la que deben ir”. Era al otro lado de la ciudad, así que Fanny se mostró inconforme argumentando que era imposible cruzar la ciudad en media hora. 

“Esa es la opción que les doy” dijo su jefe, esta vez con notorio mal humor. Muy oportuno en ese momento Jorgito dijo con tono despreocupado “yo manejo rápido, si estamos de suerte y sin mucho tránsito creo que llegaremos”.   

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Y efectivamente, Jorgito mostró sus habilidades para manejar  autos. Pudo cruzar toda la ciudad en menos de 15 minutos. Después de su jornada de trabajo, salieron de la empresa antes de las seis de la tarde y llegaron al lugar indicado sin ser todavía las 6:15. 

Se estacionaron sin problema y entraron a las instalaciones de la empresa de cáterin. Fueron directo a información y Fanny le explicó a la recepcionista que tenían una cita con el gerente. 

”Ya veo, usted es la señora que necesita bajar de peso” murmuró la recepcionista. Y continuó “tomen el ascensor hasta el tercer piso, al fondo está la gerencia”. Además, muy amablemente les obsequió unas canastillas con algunos de los postres que producían. 

Los tres tomaron el elevador. Fue un camino rápido (en tiempo) hasta el tercer piso, pero a Fanny le resultó una eternidad. Estaba nerviosa y repasaba para sus adentros lo que diría. En ese momento recordó al doctor Song y todo lo que le había enseñado, eso la tranquilizaba. 

Cuando llegaron a la gerencia en el tercer piso, les recibió una secretaria. Saludaron y Fanny le explicó que tenían una cita con el gerente. Con mala actitud y tono sarcástico, dijo la secretaria “Si, los está esperando, ustedes son los que quieren comer saludable”. 

Ese comentario parece que desmoralizó a Jorgito y Lorena, así que prefirieron no entrar a la oficina del gerente y esperar fuera. En cambio Fanny no era una persona sensible, sin dudarlo se dispuso a enfrentar a quien ella creía era el artífice de la obesidad que padecía.  

FIN DEL CAPÍTULO

Fanny ya estaba a mitad de camino en su meta de bajar de peso. El plan de alimentación y las indicaciones del  doctor Jafu Song habían dado resultado. Pero ¿por qué era tan importante evitar los refrigerios? Explicaremos esto en el tema 10.

prediabetes

También puedes continuar con la historia de Fanny en el siguiente enlace:

comida chatarra



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