Tema 9.- La Dieta Atkins (Baja en Carbohidratos).
En 1963, en Nueva York, el doctor Robert Atkins intentó un enfoque bajo en carbohidratos y alto en proteínas para adelgazar. Los hidratos de carbono son los alimentos que más estimulan la producción de insulina. Así que podríamos pensar que son los que nos harán engordar más.
Cuando comemos carbohidratos, estos elevan nuestra glucosa
en sangre. El cuerpo produce insulina para deshacerse del exceso de glucosa y
almacenarla en el hígado y el tejido graso. Así que tendría sentido bajar el
consumo de carbohidratos para producir poca insulina y adelgazar.
A corto plazo los estudios mostraron que la dieta Atkins era
superior a otras en varios aspectos sobre todo para bajar de peso (*1). Pero a
largo plazo no mostró beneficios en relación con otras dietas, con el enfoque
Atkins también se volvía a engordar (*2). ¿Qué falló?
El doctor Robert Atkins ejercía como cardiólogo en Nueva
York. Pesaba 100 kilos y fracasó con las formas tradicionales de bajar de peso.
Así que en 1963, recordando la literatura
médica de esa época, intentó una dieta
baja en carbohidratos para adelgazar. Atkins siguió los consejos del doctor
Robert Pennington, quien en 1953, publicó un editorial en una importante
revista científica donde defendía la idea de que los carbohidratos causaban
obesidad (*3). Para sorpresa del propio Atkins, logró bajar de peso con estos
consejos.
Adicionalmente, en 1967 el doctor Irwin Stillman publica el
libro “La dieta para bajar de peso rápido” en el que aconseja una dieta alta en
proteínas y baja en carbohidratos para adelgazar (*4). De este libro se
vendieron más de dos millones y medio de
copias.
Cuando Atkins se subió al carro, la revolución de las dietas
bajas en carbohidratos ya estaba en marcha. Con su propio éxito como evidencia,
en 1972, publica su libro ‘La revolución dietética del Dr. Atkins’, el cual fue
uno de los libros de nutrición más vendidos de la historia.
Sin embargo Atkins tenía opositores, a las autoridades
nutricionales les preocupaba que el alto contenido de grasa de la dieta cause
enfermedades cardíacas (*5). Por eso la Asociación Estadounidense del Corazón
recomendaba una dieta baja en grasas (sin sustento científico).
Pero Atkins había irrumpido en la escena nutricional. En 1999
actualizó su libro “La nueva revolución dietética del Dr. Atkins” del cual
vendió más de 10 millones de copias. Y en 2004 más de 26 millones de
estadounidenses decían seguir algún tipo de dieta baja en carbohidratos.
La dieta Atkins demostró sus beneficios a corto plazo. En
2007, se comparó con dietas bajas en grasa (la Ornish y la baja en grasas
tradicional) y se observó que la Atkins era más eficaz en la pérdida de peso,
además mejoraba la presión arterial, el
colesterol y la glucosa (*6). También en
2008, el ensayo DIRECT, realizado en Israel, comparó a la dieta mediterránea,
la baja en grasas y la Atkins, demostrando que a corto plazo, esta última
producía una mayor pérdida de peso y bajó más los niveles de glucosa en
sangre(*7).
Pero no todo fueron buenas noticias, a largo plazo hubo
problemas.
En el mismo ensayo DIRECT, los participantes del grupo
Atkins después de 12 meses recuperaron el peso perdido (*9). Adicionalmente, en
2010, el doctor Gary Foster, en su
investigación concluyó que después de 2 años, los participantes del grupo
Atkins volvieron a engordar (*10).
Pero ¿Qué pasó?, se supone que comer pocos carbohidratos
baja los niveles de glucosa e insulina
en sangre. Esta cadena de sucesos debería ayudarnos a bajar de peso ¿Por qué el enfoque de Atkins (bajo en
carbohidratos) no tuvo buenos resultados a largo plazo?
Es un hecho que la insulina causa obesidad, sin embargo
comer muchos carbohidratos no es la única causa de los altos niveles de insulina.
Pensar así es un error y presenta varios problemas.
La paradoja del
comedor de arroz asiático es el más evidente. Pese a que los asiáticos comen
mucho arroz blanco (un carbohidrato altamente refinado) la obesidad es bastante
rara en estas poblaciones.
El Estudio INTERMAP en los años 90 comparó las dietas de
Estados Unidos, Inglaterra, China y Japón concluyendo que los chinos comían más
carbohidratos en total. Sin embargo el consumo de azúcar en este país era menor
que en los otros y las tasas de obesidad eran las más bajas (*11).
Parece que el azúcar engorda más. Por eso hay poblaciones
que llevan una dieta basada en carbohidratos no procesados pero no tienen
obesidad. Por ejemplo los residentes de Kitava.
Kitava es una de las islas del archipiélago de Nueva Guinea,
donde su gente basa su dieta en vegetales con alto contenido de almidón (ñame,
batata, taro y yuca). Pese a una dieta
alta en carbohidratos no refinados, tienen bajos niveles de Insulina y no conocen
la obesidad (*12).
La idea de que los carbohidratos elevan la insulina es
cierta, pero no son los únicos que la causan, hay más factores en juego. Uno de
ellos es que la obesidad tarda muchos años en producirse, igual que la
resistencia a la insulina, de quien hablaremos en el siguiente tema.
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