Ayunos Prolongados (de más de 48 horas).
Los ayunos prolongados duran 48 horas o más días y hay
registros de varios médicos que lo usan con sus pacientes desde hace varias
décadas. Así que, aunque no es un método que se usa con frecuencia, el ayuno
prolongado ayuda a bajar de peso y no tiene efectos secundarios.
Es así que el récord del ayuno más largo, lo tiene un
escocés que ayunó por 382 días en los años 70, logrando bajar más de 120 kilos,
pasando de 206 a 81 kilos, sin presentar efectos secundarios y sintiéndose bien
durante todo el proceso.
Además, sus niveles de azúcar disminuyeron pero siempre
estuvieron en niveles normales (nunca presentó hipoglicemia) y después de 5
años todavía se mantenía en 89 kilos.
Pero este puede parecer un caso aislado. Sin embargo en
1968, el endocrinólogo Ian Gilliland estudió los efectos del ayuno en 46
pacientes, los cuales fueron ingresados en el hospital para asegurarse que,
durante 14 días, solo consumían té, café
y agua.
Después de estos 14 días de ayuno, los pacientes perdieron
–en promedio- 7,8 kilos de peso. Además, de los 46 pacientes, 3 eran diabéticos
y después de los 14 días de ayuno, ya no necesitaron insulina porque sus
niveles de glucosa en sangre bajaron y se normalizaron.
Pero con relación al peso ¿cuánto debemos esperar adelgazar?
En el estudio de Gilliland, los participantes bajaron en promedio 345 gramos
diarios. Esto es consistente con los datos de otras investigaciones que
concluyen que los participantes bajan entre 185 y 303 gramos diarios durante el
ayuno.
Esto es lo que esperaríamos, asumiendo que en un día común,
un oficinista promedio quema 2000 calorías diarias y sabiendo que 450 gramos de
grasa tienen 3500 calorías (Si 3500 calorías corresponden a 450 gramos de grasa
¿cuántos gramos corresponden a 2000 calorías?) Entonces haciendo una regla de tres podemos
concluir que durante el ayuno, una persona puede adelgazar 257 gramos diarios.
Sin embargo, más allá de perder peso, el ayuno prolongado es
seguro, lo que significa que no tiene
efectos secundarios. De hecho, si una persona se realiza exámenes de sangre
durante un ayuno prolongado, lo común es que todo esté normal.
Es así que durante el ayuno prolongado permanecen normales los niveles en sangre de calcio,
fósforo, sodio, cloruro de potasio, úrea, creatinina y bicarbonato. Esto no
quiere decir que una persona no deba tomar precauciones.
De hecho, sobre todo las personas diabéticas, deben
consultar con un médico antes de iniciar un ayuno prolongado. Además por
precaución, para evitar cualquier déficit nutricional, puede ser conveniente
usar un multivitamínico general.
Además puede ser común que la digestión sea más lenta. Esto
no necesariamente es un inconveniente ya que –durante el ayuno prolongado-
tendremos poco contenido en el intestino así que no deberíamos tener sensación
de malestar abdominal.
Nos sentimos mal cuando estamos estreñidos y tenemos mucho
contenido en el intestino.
¿Y en qué casos o con qué frecuencia una persona debería
realizar un ayuno prolongado? En COVSA no usamos este tipo de ayunos para
tratar a nuestros pacientes con obesidad porque tenemos buenos resultados con
ayunos cortos de 12 y hasta 15 horas.
Sin embargo, muchos profesionales de la salud en todo el
mundo usan el ayuno prolongado para tratar pacientes con graves problemas de
diabetes tipo 2 y enfermedades asociadas, obteniendo muy buenos resultados.
Pero ¿Por qué si los ayunos cortos dan buenos resultados,
una persona decidiría realizar un ayuno prolongado durante varios días? La
situación es que las personas creen que ayunar por varios días es mucho más
difícil que ayunar por 24 o 36 horas, sin embargo esto no es necesariamente
así.
Sucede que, en la práctica, el primer y segundo día de ayuno
son los más difíciles (en los que hay más hambre). Posteriormente el apetito
disminuye (por extraño que parezca). La razón de este fenómeno no se conoce
bien pero se piensa que es por los cuerpos cetónicos.
Las cetonas o cuerpos cetónicos son sustancias que se
producen a partir de la grasa (que tenemos almacenada en el cuerpo) que se
libera cuando adelgazamos. Estas cetonas logran pasar a través de la barrera
hematoencéfalica y llegan a zonas en el encéfalo donde actúan disminuyendo el
apetito.
Es así que ayunar por varios días puede ser ligeramente más
difícil que ayunar por 24 o 36 horas, pero es exponencialmente más beneficioso,
sobre todo cuando estos beneficios se tienen que producir en cortos períodos de
tiempo como en la diabetes tipo 2.
El problema es que esta enfermedad puede dañar
irreversiblemente a varios órganos (por ejemplo el riñón).
Es por eso que bajar y normalizar los niveles de glucosa, en
el tiempo más corto posible, es muy importante en estos casos, y por eso muchos
profesionales de la salud usan ayunos prolongados como terapia para tratar la
diabetes tipo 2.
Es así que los ayunos prolongados (de más de 48 horas)
pueden ser muy saludables y pueden ser una terapia para casos graves de
diabetes tipo 2, además podrían ayudarnos a bajar de peso y los efectos secundarios,
aunque no son imposibles, son improbables.
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