Tema 12.- Pobreza y Obesidad.
Tiene sentido pensar que los pobres comen menos que los ricos y esto los protegería de la obesidad. Pero, ¿qué pasaría si la comida que más engorda tuviera subsidios para la gente más pobre? Probablemente no serían los ricos, sino los pobres quienes tendrían más obesidad.
Y de hecho,
es lo que sucede en países donde hay fuertes subsidios agrícolas para la comida
que más engorda, los carbohidratos procesados. Estos alimentos terminan
vendiéndose a bajo costo y son accesibles para la gente más pobre, lo cual les causa
obesidad.
Por ejemplo, en
Estados Unidos, Mississippi es el estado más pobre y tiene las tasas más altas
de obesidad (35,4%)(*1). Otro ejemplo, también en Estados Unidos, son los
indios pima, un pueblo nativo que vive en pobreza extrema y su población tiene
un 50% de esta enfermedad. (*2)
Pero, ¿Acaso
hay gobiernos que conspiran para que su propia gente se vuelva obesa y enferma
subsidiando la comida que más engorda? Realmente no hay una conspiración, pero
estos subsidios tienen una explicación.
En Estados Unidos,
en los años 70, las enfermedades más frecuentes eran las de corazón. Se creía,
de manera errónea, que todas las grasas causaban estos problemas. Supuestamente los
alimentos más saludables para el corazón eran los carbohidratos. Pensando así,
los subsidios del gobierno fueron hacia el trigo y el maíz que son ingredientes
para el pan, los fideos, entre otros carbohidratos procesados.
De hecho, el
maíz que se transforma en un jarabe similar al azúcar y en maicena recibe un
asombroso 29% de todos los subsidios agrícolas. Y el trigo que se transforma en
harina recibe un también considerable 12% de estas mismas compensaciones
económicas en Estados Unidos (*3).
En cambio los
carbohidratos no procesados como las frutas, el brócoli, la col, la lechuga,
etc. Casi no reciben subsidios y son más caros. Por ejemplo una barra de pan
suele ser barata y puede costar 2 dólares, mientras que 1 kilo de cerezas puede
costar 7 y un bistec 20 dólares.
Al ser los
carbohidratos procesados los que más engordan, se puede entender que ahora los
pobres tienen más obesidad. Algo similar pasó con los indios nativos pima del
sur oeste de Estados Unidos. Eran muy saludables mientras llevaban su dieta
tradicional.
Sin embargo,
a inicios del siglo 20 empezaron a reemplazar sus alimentos tradicionales con azúcar
y harina que duraban largo tiempo a temperatura ambiente. Así, en la década de
los 50 ya padecían mucha obesidad, varios años antes de que sea esta una gran
epidemia.
Pero los
subsidios para el maíz y el trigo fueron solo una parte del problema. Para
empeorar las cosas, las empresas alimentarias
aprovecharon los bajos costos de estos carbohidratos para tener más
ganancias. Sus ingenieros de alimentos
aprendieron a crear comida de muy buen sabor que, con ingredientes baratos,
podía tener precios bajos. Con sabores deliciosos, los pobres no solo comían
alimentos que engordaban, ahora estaban gustosos de hacerlo. Así lo explica
Michael Moss en su libro “Adictos a la comida basura” (*4). El argumenta que el
buen sabor de los alimentos hace que se coman en exceso.
En resumen, mientras los ricos pueden comer alimentos deliciosos caros como el salmón o un filete de ternera, los pobres solo pueden permitirse alimentos, también de buen sabor pero, baratos como el pan y los fideos. Sin embargo, estos últimos son los que más engordan.
Comentarios
Publicar un comentario