Capítulo C.- El Miedo de Volver a Fracasar.
Ya en casa y después de la mala noticia del cardiólogo,
Fanny estaba deprimida y sin energía para preparar la cena. ‘¿Qué sucede
querida?’ Preguntó Patricio, Fanny contestó “Estoy un poco preocupada no me fue
bien con el médico”.
Para evitarle molestias a su esposa, Patricio pidió a
domicilio pollo apanado, como era costumbre cuando no había cena.
En la sala con su esposo y sus dos hijos Fanny comentó
“estoy aterrorizada el médico dice que necesito una cirugía”. Y continuó pero
llorando “Si no bajo al menos 5 kilos hasta el próximo mes me programarán una
cirugía para adelgazar”.
Patricio intervino “No parece tan malo una cirugía, has
intentado todo para bajar de peso, te has esforzado”.
Claro que no replicó Fanny y continuó “por todas mis
enfermedades la cirugía es de riesgo, incluso podré morir” y siguió llorando.
Intervino Katherine “tranquila mamá ¿Recuerdas a Anita mi
amiga la gordita? Pues ahora es muy delgada hasta parece modelo, un médico le
ayudó”.
Angustiada Fanny le explicó que ya estaba cansada de los
nutricionistas, contar calorías bajar un poco de peso y volver a subirlo.
Katherine replicó “No es nutricionista, es médico, y no la
he visto comiendo poco, el sábado se comió una parrillada completa. Anita dice
que la gordura no es por mucha comida, que el doctor le ha explicado que es un
problema hormonal. Podrías tomar una cita con él”
A Fanny le llamó la atención eso del “problema hormonal” así
que le pidió a su hija que averigüe los datos del médico para tomar una cita
(aunque para sus adentros estaba casi convencida de realizarse la cirugía).
Patricio se opuso y vociferó “¡No es posible!, ¿Cuántas
veces has hecho dieta o ejercicio y no has adelgazado? Diez, veinte. Mejor intenta
la cirugía”. Y continuó en tono más moderado “Te queremos, pero cada vez que
empiezas una dieta es difícil para todos en la familia”.
Fanny no quería discutir y prefirió ir a dormir.
Fue una noche difícil, no logró conciliar el sueño, pasó recordando
todos sus intentos fallidos de bajar de peso, comer poco y hacer ejercicio no
le funcionaba. También era difícil para ella la falta de apoyo de su esposo. De
alguna forma pensaba que era mejor la cirugía.
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Al siguiente día, a la hora del refrigerio en el trabajo y
como de costumbre Fanny salió a comer con Jorgito y Lorena (sus dos compañeros)
al comedor de la empresa. Les explicó lo acontecido con el cardiólogo la tarde
anterior.
Lorena intervino “Sabes Fanny, la cirugía parece una buena
opción, he visto que si bajan de peso”. Jorgito replicó “No creo, no me la
hago porque mi primo dice que se ha
sentido mal después de eso.”
Fanny explicó que estaba decidida por la cirugía aunque
tenía pánico de entrar al quirófano y nunca más salir. De todos modos la
cirugía era algo con lo que su marido, Patricio, estaba de acuerdo, así que
optar por la cirugía le parecía adecuado.
De pronto, todavía comiendo el refrigerio, el teléfono de
Fanny sonó y vio que era su hija Katherine.
FIN DEL CAPÍTULO
A pesar de que Fanny estaba convencida de hacerse una
cirugía para adelgazar, le llamó la atención eso de la gordura como un
“problema hormonal”. ¿Es en realidad la obesidad un problema hormonal? Te lo
explicamos en el tema 5.
También puedes continuar leyendo la historia de Fanny en el siguiente link:
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