Ayunos Largos (de 24 y 36 Horas).
Cuando hablamos de ayunos largos nos referimos a aquellos
que duran entre 24 y 36 horas. Estos ayunos se utilizan como método para
compensar grandes excesos de comida (y no subir de peso) y para tratar los
altos niveles de insulina que puede tener un diabético o una persona obesa.
Sucede que, cada vez que ingerimos comida, aumentan nuestros
niveles de glucosa en sangre. Pero como estos niveles no deben ser demasiado
altos, el cuerpo produce insulina. Esta es una hormona que reduce y normaliza
los niveles de glucosa de la sangre.
Lo que hace la insulina es llevar el exceso de glucosa fuera
de la circulación. Hacia el hígado donde se almacenará para usos futuros o
hacia el tejido adiposo donde se almacenará como grasa y así subimos de peso.
Es por eso que decimos que la insulina es la hormona que nos hace engordar.
Adicionalmente, la diabetes tipo 2 o insulinoresistente se
caracteriza por presentar resistencia a la insulina. Es decir, a pesar de que
estos pacientes producen mucha insulina, esta hormona no logra reducir ni
normalizar los niveles de glucosa de la sangre (es decir, él paciente se ha
vuelto resistente a los efectos de la hormona).
Es así que un problema común, en los casos de obesidad y
diabetes tipo 2, son los altos niveles de insulina. Los cuales pueden disminuir
cuando dejamos de comer, es decir ayunamos.
Y aunque los ayunos cortos (de menos de 24 horas) son muy
buenos para este propósito, los ayunos más largos (de 24 y 36 horas) podrían
ser más efectivos porque mantienen bajos los niveles de insulina por más tiempo
y esto es muy conveniente porque nos ayuda a adelgazar cuando nos excedemos
comiendo.
Por ejemplo en las festividades de navidad y año nuevo es
muy común celebrar con mucha comida engordante (no con lechuga y brócoli). De hecho se sabe que al menos el 60% del peso
que una persona sube en un año, se debe a lo que come en estas festividades; y
justamente para compensar estos excesos son muy efectivos los ayunos de 24 y 36
horas.
Sin embargo, en estos ayunos también hay un poco más de
riesgo . Lo más evidente puede ser que, cuando una persona no come, normalmente
los niveles de glucosa bajan un poco (y esto generalmente no conlleva riesgos
porque los niveles de glucosa todavía suelen mantenerse normales).
Pero en personas diabéticas, que usan medicación para
disminuir el exceso de glucosa de la sangre, estos niveles pueden llegar a ser
anormalmente bajos y causar hipoglicemia.
Lo cual llega a ser muy peligroso porque la hipoglicemia se
presenta con desorientación, sensación de debilidad, temblores, sudores, convulsiones e incluso puede llegar a ser
fatal.
Por eso, si una persona usa algún tipo de medicación
antidiabética con frecuencia, debe consultar con un médico antes de hacer un
ayuno de 24 o 36 horas. Sin embargo, los ayunos largos también tienen algunos
beneficios.
Por ejemplo, los ayunos de 24 horas le permiten a una
persona comer una vez al día y, en este momento, podría tomar la medicación -que
comúnmente se consume con alguna comida- cómo los suplementos de hierro, la
metformina o la aspirina.
Adicionalmente este tipo de ayunos (de 24 horas) suele
encajar bien dentro de la rutina diaria. Por ejemplo, una persona podría cenar
a las siete de la noche, se salta el desayuno del siguiente día, pasa
trabajando y también se salta el almuerzo, pero come la cena a las siete de la
noche.
Claro que este tipo de ayunos es muy conveniente para días
de mucho trabajo. Sin embargo, también se podría ayunar 24 horas haciendo la
última comida del día en el desayuno o el almuerzo y volviendo a comer al día
siguiente a la misma hora el desayuno o el almuerzo respectivamente.
También este tipo de ayunos son convenientes porque al comer
–todavía- una vez al día, no hay riesgos de malnutrición, siempre y cuando las
personas consuman (en esa ocasión del día) alimentos ricos en vitaminas y otros
nutrientes importantes.
Por eso es importante evitar alimentos procesados como
snacks, gaseosas y postres porque –como
comeremos sólo una vez en el día- en esa única ocasión debemos comer los
nutrientes necesarios del día.
Lastimosamente, los snacks y los postres con azúcar no
tienen nutrientes pero sí muchas calorías. Y parece ser que los beneficios del
ayuno se relacionan con comer pocas calorías (pero debemos estar bien
nutridos).
Esto llega a tener tanta importancia que muchos
especialistas aseguran que consumir una cantidad pequeña de calorías, llega a
tener los mismos beneficios de un ayuno clásico y así es más fácil ayunar.
Por ejemplo, el doctor Michael Mosley un médico y productor
de televisión, en el Reino Unido, donde su libro “La dieta FastDiet” fue todo
un éxito, promueve la dieta 5:2. De esta forma, en lugar de abstenerte de comer
por completo, hay períodos donde consumimos muy pocas calorías.
Así, la dieta 5:2 te permite comer de la manera habitual
durante 5 días de la semana y los otros 2 días, las mujeres pueden ingerir 500
calorías y los hombres 600 calorías. Estos días de ayuno pueden ser
consecutivos o separados. Y se dice que conservan los mismos beneficios de un
ayuno clásico en el que sólo se toma agua.
Adicionalmente comer unas pocas calorías también puede
ayudarnos a llevar más fácilmente un ayuno de 36 horas. Por ejemplo podríamos
cenar un martes, el miércoles podríamos repartir 500 o 600 calorías a lo largo
del día y el jueves ya desayunaríamos normalmente.
Estas 500 o 600 calorías se podrían repartir comiendo un
poco de grasas saludables o un batido de hojas verdes o incluso unas pocas
frutas. De esta forma, consumir unas cuantas calorías puede volver más sencillo
ayunar por 36 horas y conserva los beneficios de un ayuno clásico en el que
sólo se toman líquidos como agua, té o café sin endulzar o endulzados con
edulcorante.
Es así que los ayunos largos de 24 o 36 horas nos pueden
ayudar a compensar los excesos de comida para que una persona no suba de peso.
También son un método muy saludable para reducir y normalizar los altos niveles
de insulina que puede tener un diabético tipo 2 o un obeso.
Adicionalmente estos ayunos son muy seguros pues, en el caso
de ayunar 24 horas, todavía puedes ingerir comida en una ocasión del día. Y en
el caso de los ayunos de 36 horas puedes –incluso- comer unas pocas calorías lo
que conserva los mismos beneficios de un ayuno clásico.
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