Ventajas de Ayunar.
Actualmente sabemos que ayunar es un método eficiente y
seguro para perder peso porque no tiene efectos secundarios sino, más bien,
beneficios para la salud. Sin embargo ayunar tiene ventajas adicionales (más
allá de adelgazar) que son muy convenientes.
Lo que sucede es que cuando seguimos un nuevo régimen de
alimentación debemos preocuparnos por varios factores como los costos de los
alimentos, el tiempo de preparar e ingerir comida, los beneficios reales para
adelgazar que ofrece el nuevo régimen, etc.
Sin embargo, con el ayuno no debemos preocuparnos de nada de
esto. De hecho, el costo de ayunar es cero y el tiempo de preparación e ingesta
de alimentos también. Además ayunar es el método más eficiente para perder peso.
Así, el ayuno es fácil de entender (más que las dietas)
porque no debemos preocuparnos de seguir demasiadas reglas. En cambio cuando
nos enfrentamos al reto de seguir un nuevo régimen alimenticio debemos tomar en
cuenta varias situaciones.
Por ejemplo, una dieta adecuada para adelgazar puede ser
baja en carbohidratos procesados principalmente azúcar y harina blanca. Sin
embargo, las proteínas (sobre todo las animales) y las grasas también engordan
pero menos que el azúcar y la harina blanca.
Lo que sucede es que cuando comemos carbohidratos procesados
como el azúcar o la harina blanca, nuestros niveles de glucosa en sangre se
elevan demasiado. Así que para reducir y normalizar el exceso de glucosa
sanguínea, nuestro páncreas produce mucha insulina.
La insulina es una hormona que lleva el exceso de glucosa
fuera de la sangre, hacia el hígado -dónde se almacenará para usos futuros- o
hacia el tejido adiposo –donde se almacenará como grasa- y así engordamos.
Sin embargo, los carbohidratos enteros elevan menos los
niveles de insulina porque tienen fibra. La fibra tiene un efecto protector porque evita que los
carbohidratos se absorban rápido en el intestino, evitando que se eleven
demasiado los niveles de glucosa e insulina de la sangre.
En cambio, las grasas y las proteínas también elevan los
niveles de insulina (aunque menos que los carbohidratos), no porque elevan la
glucosa de la sangre, sino por el efecto incretina.
La incretinas son hormonas que se producen en el intestino
siempre que comemos cualquier tipo de alimento (grasas, carbohidratos o
proteínas) y elevan los niveles de insulina, lo que hace que nuestro tejido
adiposo almacene grasa y engordemos.
Así que, una dieta adecuada para adelgazar puede contener
carbohidratos no procesados (sobre todo granos enteros) y cantidades moderadas
de proteínas animales y abundantes grasas saludables. Esto puede sonar sencillo,
pero en la práctica es difícil para la gran mayoría de personas.
Esto se entiende si pensamos que comúnmente la gente no
tiene extensos conocimientos de nutrición y aprender sobre las cantidades y
tipos de alimentos que debe ingerir puede llegar a ser muy confuso, lo que no
pasa con el ayuno.
Es así que, al final, las grasas, las proteínas y los
carbohidratos nos engordan aunque en proporciones distintas. Y dado que el
ayuno es bajo en todos estos macronutrientes, no debemos preocuparnos de
aprender las difíciles reglas de las dietas tradicionales.
Además el ayuno resulta económico en relación con las dietas
bajas en carbohidratos o en grasas. Sucede que en varios países, los
carbohidratos, sobre todo la harina blanca, suelen ser más baratos por los
subsidios al trigo y al maíz.
En cambio los carbohidratos enteros (entre esos ciertas
frutas como las cerezas) y las grasas saludables (que hay en las nueces, las
almendras, el aceite de oliva, el salmón, etc.) suelen tener precios más altos.
Si optamos por una dieta baja en grasas también resulta caro.
Por ejemplo la leche
descremada o el queso light suelen tener precios más altos que sus
correspondientes enteros. En cambio con el ayuno no tenemos que preocuparnos de
los costos, de hecho el precio de ayunar es cero.
Adicionalmente, en nuestra sociedad actual siempre vamos con
prisa, el tiempo es un bien muy importante y no podemos demorarnos tanto
preparando alimentos. Por eso es común que en el desayuno (cuando generalmente
vamos con prisa) haya alimentos con harina blanca y azúcar.
La opción saludable a la comida rápida (que
generalmente tiene azúcar, harina blanca
y grasas trans artificiales como la margarina) son los alimentos enteros. Sin
embargo, estos llevan más tiempo de preparación. En cambio con el ayuno no
debemos preocuparnos por el tiempo que lleva cocinar y preparar comida.
Con el ayuno, tampoco debemos interrumpir nuestras
actividades diarias para comer cada 2 o 3 horas como nos exigen algunas dietas,
aunque comer con tanta frecuencia no tenga ningún beneficio para bajar de peso
según las investigaciones que existen.
Además, hay dietas que son muy restrictivas, que le exigen a
una persona no volver a ingerir ciertos alimentos. Por ejemplo, hay dietas que
prohíben los postres. Esto puede tener sentido por un tiempo, 6 meses o un año;
pero no comer postres el resto de la vida es demasiado.
En cambio el ayuno le permite a una persona darse ciertos
gustos ocasionalmente. Esto no quiere decir que si ayunamos podremos comer
postres siempre en los períodos que ingerimos comida. Significa que podremos
comer postres ocasionalmente como en los festejos.
Así, gracias al ayuno no deberemos privarnos de ciertos
gustos en momentos como las festividades, los bautizos o los matrimonios, donde nunca se festeja con
brócoli y coliflor sino con comida que engorda. Pero gracias al ayuno podremos
equilibrar estos excesos.
Además ayunar es muy
flexible. Por ejemplo, si no logras perder peso, solo debes aumentar el tiempo
de ayuno. En cambio, con las dietas o medicamentos hay unas cantidades y dosis,
más allá de las cuales no se puede ir.
Por ejemplo, si una dieta baja en carbohidratos o baja en
grasas ya no nos ayuda a bajar de peso, hay muy poco que podamos hacer. En
cambio con el ayuno solo debemos aumentar el tiempo de este, hasta ver los
resultados que queremos.
De esta manera, hay personas que han ayunado por cientos de
días sin complicaciones para la salud. Y si no te encuentras bien por cualquier
motivo, simplemente dejas de ayunar en cualquier momento. El ayuno es flexible
y puede durar unas pocas horas o varias semanas.
Y por último el ayuno puede combinarse o incluirse en
cualquier dieta existente. Si sigues una dieta baja en calorías, baja en grasas
o baja en carbohidratos, igual puedes ayunar. También puedes hacerlo si no
comes carnes o sólo comes frutas. Si no cocinas también puedes ayunar.
También puedes ayunar si no tienes mucho dinero o si no tienes tiempo para preparar o comer tus alimentos. Ayunar es muy sencillo.
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